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Janet Rodríguez dio a luz a su primera hija, Violeta en Noviembre 2008, y a su segunda hija Adriana unos años más tarde. Grabamos este episodio cuando estaba en la recta final de su 3r embarazo, y su tercer hijo nació poco después, en Febrero 2021.
En este episodio nos cuenta sus primeras dos experiencias, las diferencias y las secuelas que ocurren tras parir de una manera u otra, y como siente que cada una de ellas le ofrecieron una lección vital muy importante.
Durante mi primer embarazo me informé de todo lo que tenía que ver con la maternidad, la lactancia, el posparto, la crianza… pero lo que era el parto en sí, pasé de largo. Llegué pidiendo epidural, así que me tocó kristeller, episiotomía, y aunque no hubo mucho más que lamentar luego me costó mucho recuperarme física y emocionalmente.
El segundo fue un parto respetado, en el hospital de Torrejón, con otra experiencia mucho más conectada con el momento y viviéndolo con mucha emoción.
Notas del episodio:
[02.15] Janet nos cuenta primero cómo es su configuración familiar, cómo su primer embarazo vino como una sorpresa pero en un momento en el que se sentía dispuesta y preparada para la maternidad.
[05.48] Janet nos cuenta que tenía miedo al dolor, pero en su historia familiar siempre había escuchado que el parto era muy doloroso
[08.15] Con las primeras molestias fue al hospital y le mandaron de vuelta a casa porque no tenía señales de estar activamente de parto.
[09.38] Janet dice que si hubiera estado más informada hubiese podido vivir e influir en su primer parto de otra manera. Le hicieron varios protocolos que ahora están desaconsejados, pero en ese momento, más allá de la epidural, no tenía el conocimiento suficiente.
[10.56] Se dio cuenta a posteriori que no había hablado del parto con nadie, y que la única referencia que tenía era que se trata de un proceso horroroso
[13.31] Inicialmente Janet sintió que había sido un buen parto porque no le había dolido, pero le costó muchísimo recuperarse físicamente de la episiotomía, las intervenciones y las secuelas físicas que dejaron en su cuerpo.
[14.20] Su segunda experiencia fue muy diferente. Una de las primeras cosas que hizo fue buscarse una DOULA, porque su miedo estaba allí, y quería una acompañante que se ocupara de ella y de su experiencia.
[19.38] La doula le ayudó a estar tranquila en casa y dejar que su parto progresara antes de ir al hospital, para evitar intervenciones.
[24.32] Su segundo parto fue en otro hospital diferente, más respetuoso en la atención. Janet recuerda cómo llegó un momento en el que pensó que ya no iba a poder aguantar más, pero ese fue justamente el instante en el que terminó la fase de dilatación. Pasó de la pelota de Pilates a una silla de partos, y sintió cómo hubo una gran fluidez en el proceso. Janet dice que no tuvo un parto orgásmico, pero sí que lo disfrutó enormemente y que se sintió increíblemente fuerte y poderosa viviendo la experiencia de una forma natural y fisiológica
Musicoterapia para el embarazo y el parto, con Esther Santiago
Libro: Parir sin Miedo, de Consuelo Ruiz
