violencia obstétrica
18. Parto hospitalario, placenta adherida, hemorragia y extracción manual – con Nerea Moya
Nerea Moya llegó al hospital con muchísimas contracciones y doblada del dolor. 10 horas más tarde seguía sin dilatar pero con mucho dolor. Tardaron 2h más en ponerle la epidural. Se le pasó el efecto a las horas y sentía muchas ganas de empujar.
Después de nacer el bebé, la matrona empezó a tirar de la placenta y la rompió. Nerea empezó a sangrar muchísimo; llamaron a la gine y el anestesista y el paritorio se llenó de gente. La gine no hacía más que regañar a la matrona y meterle la mano entera como si fuera un pavo para arañar trozos de placenta de dentro. Tras una hora y media consiguieron controlar la situación. Se quedó 5 días ingresada por pérdida de sangre.
read more17. Un legrado y un bebé en posición podálica que termina en cesárea – con Noelia Ortells
Noelia Ortells se quedó embarazada por primera vez en 1999 pero a las pocas semanas supo que el feto no tenía latido. En el legrado hubo tanta tanta violencia obstetricia y tanta hostilidad que decidió que cuando se quedara embarazada no quería bajo ningún concepto parir en un hospital.
Años más tarde buscó a una comadrona y un ginecólogo que asistieran partos en casa. Sin embargo, el ginecólogo le advirtió que no podría atenderla en casa si su bebé tenía una presentación podálica, que fue exactamente lo que ocurrió. Noelia inició su trabajo de parto en casa, con la esperanza de que el bebé se diera la vuelta, pero finalmente tuvo que realizarse una cesárea en el hospital.
Noelia echó de menos tener un equipo profesional que pudiera ayudarla a tener un parto vaginal a pesar de la presentación del bebé.
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